lunes, 2 de enero de 2012

Las “R” de la Ecología.



En los últimos años se ha introducido en el lenguaje ecológico las famosas “R” para la conservación y equilibrio del ambiente, reciclar, reducir, reutilizar, esta estrategia que significaba un gran paso para moderar en los habitantes del mundo los hábitos de consumo exagerado. Las mencionadas “R” nos invitan a realizar un esfuerzo, nos indican una forma de colaborar desde nuestra individualidad, desde nuestras familias, nuestras comunidades e incluso desde nuestros centros de trabajo, para moderar el efecto de la contaminación y el ecocidio mundial.
Hoy más que nunca existe la necesidad de aplicar, impulsar, promover y desarrollar estas recomendaciones en el medio en que nos desenvolvemos diariamente, aunque mientras nosotros nos preocupamos, nos ocupamos, en el mundo:
-Las grandes industrias, corporaciones y empresas siguen generando contaminación en todos los niveles y espacios.
-Los derrames de petróleo son cada vez más frecuentes.
-La deforestación sigue tragándose a nuestros bosques.
-Las grandes potencias le dan la espalda al protocolo de Kyoto. No existe mayor disposición de los países más contaminantes para atacar las causas del problema.
-La posibilidad de una guerra de proporciones nucleares sigue latente (con todas las consecuencias que traería)
¡Y nosotros cumplimos! ¡Reutilizamos! ¡Reciclamos! ¡Reducimos! Pero, ¿Es suficiente?
Aplicar las “R” siempre será necesario, pero lamentablemente no son suficientes, será suficiente cuando agreguemos más “R” o por lo menos una que las agrupe a todas, ”Rechazando” el actual sistema, “Reivindicando” la vida, “Recordando” que no podemos cambiar el clima, el problema es el sistema. A la palabra “evolución” también habría que agregarle una “R” y conjugarla.
La existencia de los seres vivos en este momento depende mucho de nosotros, la humanidad cada vez está más atada y esclavizada, los grandes gobiernos a nivel mundial no nos garantizan el derecho a respirar un aire limpio, ya ni siquiera eso está garantizado, aunque todavía nos queda la libertad de elegir: si ser verdugos y/o autores de nuestra propia destrucción, o hacer algo para detener esta auto masacre.
No hacer nada es peor.
"No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino aquella que esté mejor dispuesta a adaptarse al cambio"
Darwin.

Moisés Guariguata
moisesguariguata@hotmail.com
Brigada Ecológica Chico Mendes, Estado Anzoátegui
Enero de 2012